A pesar de la ausencia de precedentes, existe la percepción generalizada de que es relativamente fácil utilizar Internet para provocar daños de carácter catastrófico utilizando cualquier objetivo conectado a la red, incluyendo las infraestructuras críticas que sustentan el modelo de organización económica y social de los países más desarrollados. De entre los múltiples actores a los cuales se les atribuye un claro interés por estos escenarios apocalípticos, destacan las organizaciones terroristas, debido a su inclinación por la espectacularidad y la búsqueda del pánico entre las poblaciones atacadas.
Durante la década de 1990 la Revolución en los Asuntos Militares (RMA) fue uno de los principales temas de debate de los estudios estratégicos; cuestión que derivó en la Transformación de la Defensa a comienzos de la década siguiente. Ambos conceptos, con todo el cortejo de elementos asociados (Network Centric Warfare y Effects-Based Operations, por ejemplo) parecieron darse de bruces desde mediados de la década de 2000 con la complejidad de las guerras irregulares libradas por Estados Unidos y sus aliados en Irak y Afganistán.